Pero momentito... Aquí su servilleta que a veces igual la hace de "wiro wannabe", alguna vez ya había tenido la fortuna de postrarse boca abajo en una cama de masajes sin más defensa que una toalla y su ropa interior mientras una amable señorita ejercitaba sus músculos dactilares en la musculatura jodida y dada en su madre de este pobre hombre estresado. Ojo, no estoy hablando de las casas de masaje muy perseguidas y penadas por el Ayuntamiento... Sino más bien de aquellas donde el servicio completo no infiere un "sexual intercourse" pero donde lo que acabas pagando alcanzaría pa' invitar a ti y a un cuate a esa de las cuales ni tu ni yo sabemos donde hay ni cuanto cobran.
Y cual va siendo mi sorpresa el fin de semana pasado que, casi al final de un arduo y durísimo viaje de negocios por el Caribe Mexicano, este ilustre compañero suyo tuvo a bien recibir una reservación para pasarse una hora en uno de esos lugarzuelos comunes pero nada corrientes conocidos como Spa.
No me chingues muy de golpe sin poner siquiera salivita o lubricante alguno...
Aquello parecía haber salido de película de HollyWiro...
Y ya sabes, llega el wiro muy fregón y muy, muy salsa a los vestidores donde un mono que se autollama valet le dice con tono sensual que aquí tiene su bata para que se quite la ropa a lo que Jorgito contesta "solo con ropa interior verdá?"... "no joven, tocho morocho teporocho"..
Ay no mames... "y en donde me cambio???"
Aquel pelaná pensó que me iba a empelotar frente de el... Como si andara yo queriendo mostrar mis miserias en público...
Sho!
Y así, te pasas a una vaina de 1 metro por 1 metro donde te quitas tus calzaletas, quitas tu trusa teycon y te pones una bata así como de baño de ciertopelo color negro... Pero ay que bonito y suavecito se siente el roce de esa tela con mis roces... Y ya, pones tus miserias en un locker (las de ropa, las otras no se quitan) y procedes hacia un área de espera diseñada específicamente para que te relajes tanto, tanto pero tanto, tanto con los aromas y sonidos ambientales que si alguien te pide las nalgas segurito ahí mismo se las das.
Llega entonces una señorita y te quita tus elegantes chancletas de pata de gallo y te pone unas tipo pantuflas también de ciertopelo pero de color café que están así como calientitas, calientitas y una toalla del mismo material calientito, calientito en la parte del cuello y dices "puuuuuta, si no las di con la música toda tipo Feng Shui, Zen o sepa la madre yo, con las toallitas ahorititita me abro de patitas". Aquello era una cosa, no me chingues... Y lo peor era que aún no empezaba el masaje así que imagínense que laxo iba yo a quedar (ojo, no laxado... Eso fue hace dos días)...
De repente y no sé por que... Me entró un temor así de lindo y divertido cuando ví que un puto (sin ofensa para los putos) salió y tomó de la mano a una señorita que esperaba igual que yo su turno para el asunto del masaje... "En la madre... ¿y si me toca un puto para darme mi masaje?"
No, no, no, no, no... Una cosa es que te manden a darlas y otra es que las des solo por estar relajado... Imagínate que a la hora de andarte masajeando los muslos se le escape un dedo al pelaná y te acabe masajeando la próstata... No mano, no...
Afortunadamente y por el bien de mi esfínter, fue una chamacona de no mal ver la encargada de llevarme al privadito donde, con la misma músiquita toda nice y todo el rollo relajante y la fregada, procedió a proporcionarme mi masaje después de despojarme de mi negra bata de ciertopelo y ponerme boca abajo sin mayor cubierta que la de una toalla...
Escuchando: Las de la intuición; Shakira
Espérate, espérate...
¿Y qué pasó con el masaje?
¿Tanto preámbulo para que les deje a medias?
A webo, pa' que haya que contar en vivo :)
