viernes, 6 de junio de 2008

Hace un año...

Y parece que fue ayer cuando llegó ese viernes después de un jueves en el que había pasado con miedo la primera noche solo en mi nueva casa.

Ha sido un viaje sencillamente divertidisimo. Todavía recuerdo la joda que fue lavar los pisos, el baño, la cocina y los cristales ese primer viernes teniendo más nada que un ventilador de piso, la hamaca colgada de las paredes y toallas por cortinas pues el cortinero llegaba sino hasta el otro día y las mugres cortinas se acabarían una semana después.

La primera peda con los cuates mientras veíamos el Box y cenábamos carnitas en una mesa de superior (que aun existe y que aun existirá hasta que alguien me regale la suya :P) y la levantada a las 6 am del Domingo con el ansia de instalar mis ventiladores de techo y lámparas de esas tipo reflector que tanto había querido.

¿Y no extrañas la casa de mamá?

A veces... Solo a veces cuando no hay nada que comer pero pues, tampoco en la de ella seguramente por que la floja de mi hermanita no se ha levantado para llevarla al super o acaso cuando despiertas asombrado a las 9 de la mañana sin martilleo ni golpeteo mecánico... Que madres, eso es lo que menos extraño.

Definitivamente es una experiencia harto recomendable, ya tienes que guardar una lanita para la luz, pa'l agua, pa' la chela, pa' los artículos de limpieza y demás chingaderas que tienen que ver con mantener una casa (y más aun, limpia).

A ver que me trae el otro año... Por lo pronto, mañana me tomo un trago en honor de ya llevar un año viviendo solo sin más compañía que la de mi mismo (y que por cierto me caigo a toda madre) y la de mi gato de cerámica quien sigue ahí, impávido debajo de la barra esperando a que un día tome vida y me hable por que, hasta yo mismo me puedo fastidiar de mi mismo...

¿O no?

Escuchando: Break it down again; Tears for fears

No hay comentarios.: