martes, 21 de abril de 2009

Deudas de juego

Son deudas de honor... Son deudas que hay que pagar... Son deudas que aunque tu equipo haya perdido y tengas la parte última y más recóndita de tus gluteos (por no decir culo) ardida, tienes que ponerte capent y decir "perdí, tenga compadre, mi apuesta sagrada para que a la próxima me des el chance deportivo de la revancha".

Pero, ¿qué pasa cuando el que pierde es un americanista?

Putísima...

Pa' empezar, se hacen a los occisos con cualquier tipo de excusas pendejas. El buen Julio anda sufriendo pa' cobrarle a uno que dice que "no pago por que no jugó Cabañas"...

Y como olvidar a Freddy quien por primera vez en su perra vida se animó a apostar hace 3 años un cartón de chevas cuando aquel clásico que fui a ver en el Azteca. Yo le tomé la palabra y miren que pago cuando pierdo. No iban siendo 2 días antes del juego cuando dice "siempre no, no tengo lana y ya no apuesto contigo". No hay pedo... Hay que ser machitos... Pero no, hay que ser maricones como pa' llamar después del juego y decir "me debes, yo no cancelé nada".

Los últimos exponentes de la raza Águila no pagadora son 2 individuos que hasta la fecha deben 900 baros de la liguilla cuando las Chivas se samparon al América para ir rumbo a su último título. ¿Resultado? Nunca más vuelves a apostar con ellos y nunca vuelven a mencionarte nada de su mugre equipo de Fútbol, es lo bueno.

Pero el que si me caga, es un familiar que en lugar de pagar sus apuestas y mandarme a ver a las Chivas a Cancun, decidió comprar su boleto pa' ir a ver a Metallica... Y lo pior de todo es que ese es del Atlante... No del América.

Es muy divertido, es un juego como cualquier otro, le da emoción al asunto y es padre... Pero no lo es cuando no te pagan y cuando no tienes a nadie más para meterle unos centavos a un evento deportivo que no tiene nada de relevante para el futuro de la humanidad salvo el delicioso placer de tomarte una chela y comerte una botanita mientras observas a 22 pendejos corriendo detras de un balón.

Afortunadamente, aun hay caballeros que si pagan como los de Monterrey (aunque se ardan) y como uno que otro compañero de trabajo. En paz descanse aquel malogrado guardia de seguridad quien siempre se animaba a meterle unos centavos a su equipo pierda o gane... Y creo que le gané 2 y perdí 1 pero pos, ya no hay y ni manera.

Si, si... Ya me voy... Den gracias a que escribí algo por que traigo algo así como una especie de emposme posterior a güácara en lancha :S

Escuchando: Lithium; Nirvana

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