martes, 24 de noviembre de 2009

De... ¿qué?

Por poquito y se me caen los huevos al piso el sábado pasado.

Encontrábame yo en medio de la fiesta infantil de mi precioso sobrino que ya tiene 1 año y pues, obvio que Jorgito tiene que ponerse a hacer aquello para lo cual está capacitado y tiene un completo dominio y control: ponerle hielo a los vasos (aunque sea pa' tomar chesco).

Ahí andaba yo aporreando las bolsas de hielo pa' que saliera más fácil en lo que mis sagradas, castas y blancas orejitas empezaron a escuchar una conversación entre dos nuevos padres que pa' no acabar tarde, no tenía madre.

"es que no hay que poner a la bebé así por que su espaldita se puede lastimar"... "es que cuando están chicos tienes que agarrarlos bien por que su cabecita no se que"... "es que el pediatra ya le cambió la fórmula dos o tres veces y sigue haciendo mucho gasesito"... "¿tu con que pediatra vas?"... "¿y tu bebé toma fórmula o es de pecho?"... "es que la fórmula le hace mal"... "no, es que realmente no creo que mi doctor sepa por que ya van dos con los que vamos y no logran que deje de cagar"... Y un largo y cansado etcétera que no supe por donde empezó ni por donde acabó.

Tuve que salir corriendo de aquella habitación pues solo tenía una pregunta en la mente: ¿qué no se supone que eso es algo que las mamás tienen que andar discutiendo?. Ya mero le preguntaban al otro cabrón "¿y de cual chuchú prefiere agarrarse?" (chuchú en maya quiere decir chuchú, soy bloguero, no traductor).

Caray...

Y no digo que yo no me vaya a ocupar cuando sea su momento, por supuesto que si pero caray... ¿en donde quedaron los huevitos de estos sujetos?

En las manos de las señoras, ¿en donde más?

Por eso, nada como una sesión de Americano en domingo para recordar que los madrazos y las tacleadas son de hombrecitos y nada de andar sacando gases!... Por ahora :P

Escuchando: Only heart; John Mayer

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