martes, 18 de julio de 2006

Negociación 101

"¿A como las guanábanas marchante? A 25 el montón... ¿no sale en 20?"

Esa es una de las formas de negociación más simple llevada a cabo entre una marchante del mercado Lucas de Galvez/Santiago/Santana/San Sebastián o cualquiera de los que hay en esta mi bella ciudad; y así como la podemos usar para comprar guanábanas, así podemos utilizar el bello arte de la negociación para cualquier cosa que se nos pegue la gana.

Ahora, no confundir la palabra negociación con el adjetivo calificativo de casi cualquier cosa "negociante"... aquí en los Yucatanes, teníamos la costumbre de decirle negociante/ta a cualquier chingadera que nos pareciera que tuviera cualidad negociantosa. Es algo así como la vaina de los dominicanos... nada más que esta vaina ya casi no se usa y solo los abuelitos podrían usarla para referirse al negociante de algo...

Pero la negociación, esa que se estudia, se practica, se aprende y se lleva a cabo todo el tiempo en nuestra vida cotidiana es la que nos incumbe. Solo hay una regla básica: ganar-ganar. Es decir, que aquel con quien vayas a negociar no sienta que lo jodiste y que tu tampoco te sientas ultrajado por haber pagado dinero de más por tal o cual bien o servicio.

En el trabajo es de uso cotidiano; que si quiero tal máquina a menos precio, que si dile a este proveedor que nos maneje más plazo de crédito o que nos de en cortesía algo por esta ocasión... es de tooooodos los días que te mienten la madre o te llamen piojo... pero eso solo te ayuda para que cuando vayas a Tonalá Jalisco y quieras comprar camisas bordadas con descuento te des cuenta de lo mucho que ya pareces estarte excediendo con la negociación.

Sin embargo, hay cosas con las que no negociamos; quisiera vernos regatear el precio de la cerveza, o ponernos rejegos cuando nos digan que el litro de Ron ahora cuesta 200 pesos o que el table dance cuesta 800 con derecho a dos mentadas de madre si tocas a la chica... no, los hombres no negociamos con esa clase de cosas; pero ah como nos encabronamos cuando el periódico sube 50 centavos o cuando los precios de la canasta básica aumentan día con día... así si nos ponemos como berracos y nos la pasamos chillando cuando nunca en nuestra vida compramos leche, frijol, huevo o comestible alguno que no venga en forma de botana... ¿irónico no?

En fin, yo tengo trabajo y ustedes seguramente también... seguiré, como dice una canción por ahí "negociando mayor felicidad"... al menos en lo que me voy a la playa :)

Pensando: un día más...
Escuchando: Ayudame Freud; Arjona

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