jueves, 25 de septiembre de 2008

Servicio al cliente

Si hay algo que me encabrona de trabajar con mis compatriotas mexicanitos es la admirable hueva con la que toman la responsabilidad de hacer sus labores cotidianas o mejor decido, su trabajo.

Figurense que este tema, que no es nuevo pues ya se los había chan contado por aquí, se traspase al ámbito no virtual, es decir, cuando hablas con un hijueputa por teléfono y le haces el pago en firme de inmediato.

¿Qué pasa en el gabacho? Pones tu orden via web, te hablan pa' que te moches con tu cc y de una vez en un ratito te mandan tracking number del envío y la factura y la chingada mira todo muy bonito...

Pero, ¿comprarle a un mexicano?

Uta madre, no hay nada peor... Y a un chilango, puta madre, pareciera que destapé el caño de mi casa...

La jugada empezó este lunes a las 9 pa' empezar a pedir una cotización... Y la pides... Y la pides... Y no llega y no saben si hay la pieza... Y siempre si hay y la chingada... Y ya que queda todo de acuerdo a las 3 de la tarde, ahí vas corriendo al banco a depositar y regresas antes de las 4 y le mandas la ficha de depósito pa' que te envíen tu chingadera...

¿Resultado final? Hoy a las 10 de la mañana todavía no sé si me la enviaron, si la tienen debajo de su escritorio, o si están esperando a que llegue la doñita de las garnachas y terminen de "echar un taco" pa' limpiarse las manos con mi factura, ponerla en su caja y mandar a la mensajería lo que ya pagué desde hace tres días...

Por eso dice el mexicano que está jodido, por que no hace ni el más mínimo intento por superarse y por hacer las cosas bien y a la primera. Por eso vivimos en el típico estereotipo del charrito con su pomo del tequila arrinconado en una pared bebiendo y durmiendo hasta que se le quite la peda y se vuelva a emborrachar...

Pero en un ratito les llamo y les mento la madre...

Eso, o los amenazo de decapitarlos

Escuchando: A fuego lento; Rossana

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