lunes, 10 de septiembre de 2007

Un cuento de pelos

Mira que esto de ir a una fiesta "nice" es todo un pedo pues no conforme con que tienes que parecer niño decente, no dejas de lado un aspecto muy importante en la vanidad de todo hombre que se digne preocuparse por su "look": el cabello.

Bueno, eso es solamente si es que acaso te queda cabello a los veintitantos casi treinta que ya cargas a cuestas, por que si no pues viene valiendo madre como te peines y si te peinas ya es ganancia; Pero a uno que todavía le queda un poquito pa' peinar y se lo cuida con toda la línea de Folicure y se preocupa aún de como cortárselo, este rollo se vuelve algo muy importante.

Uno que es wiro y que toda su vida ha vivido en fraccionamientos de clase media financiados por el Infonavit, cree que con ir a la vuelta de su casa con la señora de siempre es cortarse el cabello. Digo, pa' la chamba que hace yo digo que con veinte pesos debe uno darse por bien servido, pero con eso de que ahora ya vivo lejos de casa de mi madre y me salía más cara la gasolina de ir hasta allá por un corte, me di a la tarea de encontrar un nuevo lugar para quitarme los pelos de la cabeza, pues bendito Dios, ah como abundan las "estéticas unisex". Yo me acuerdo de hace como 15 años cuando mi abuela me llevaba al peluquero ahí en la calle 62 muy cerquita o a la vuelta o no se donde de la sala de fiestas Montejo, ahí veías a los viejitos sentados leyendo su periódico, fumándose un cigarro y platicando de los temas de actualidad. No que ahora, puta madre, pareciera que te pasaste a la dimensión desconocida de la homosexualidad.

Aquello era bien bonito, aquel lugar olía a colonia de hombre, tabaco y el talquito que te ponen después de cortarte el cabello... No que ahora puta, si te quieres cortar el pelo tienes que aguantar olor de peróxido para las wiras que quieren decolorarse el cabello y de acetona para las señoras cuarentonas panzonas que se andan haciendo el garri-cure. Pero no hay pedo, ya que ves que ni una hijueputa te hace caso, te metes casi casi a la cocina de la estética y ya que las pendejas estilistas te ven como bicho raro y les preguntas que si te pueden cortar el cabello y como tienen en remojo la pezuña de sus clientas, te dicen que si pero que si no regresas en media hora... Aha... ta bueno, gracias, ay nos vemos.

Claro, tampoco es pa' que uno sea grosero o desconsiderado, simplemente que no me gusta esperar mucho y menos si me piensan cobrar cuarenta y cinco CUARENTA Y CINCO pesos por un puto corte de cabello. ¿Que acaso me lo van a cortar a mordidas?... Paso de noche.

Pero ahí vas a otro lado... Te paseas por medio Pensiones, ves dos o tres lugares y chingue a su madre, decides entrar al que ves más vacío y ahí vas con tu hacha a preguntarle a la sexy estilista que ves que atiende a un joven mucho más joven que tu que si hay chance de un corte pa' tunas verdes y te contesta que si cuando de repente se abre una puertecita que separa el changarro de un como privado en la parte de atrás, me imagino que pa' cuando hagan tintes no se sienta el olor y si pensabas que iba a salir otra peluquera re-buena, no chato... Sale de las entrañas de la estética unisex nada más y nada menos que el tipico estilista puto vestido todo fashon y casi casi con absolutamente nada de pelo.

Ya ni pedo... Que salga un hombre y juegue con mi cabeza...

Es que parece que no, pero como el también tiene una, pareciera saber como moverla. La pone de ladito, de frente, la inclina de un lado, del otro, te dobla las orejitas pa' meter mano por atrás (de las orejas) y termina medio revolviéndote el copetito así todo puñalote mientras pareciera decirte "papi, ya quedaste".

En fin...

El caso fue que el dichoso cortecito me costó nada más y nada menos que sesenta y cinco pesos...

SESENTA Y CINCO PESOS CHINGADA MADRE...

El tipo no se tardó ni veinte minutos, puta, ¡ya ni yo cobro eso cuando hago mis chambitas extra!.

Sin embargo, la diferencia es notable. La estética esta tenía aire acondicionado, utilizó dos diferentes rasuradoras eléctricas, secadora de cabello, tijeras de distinta forma y no tuvo que darle dos madrazos a su atomizador de agua para que me mojara (el cabello, no mal piense), pero de ahí a decir que vale la pena pagar tres o cuatro veces más por la misma chamba, está cabrón.

Y eso que no soy mujer por que ahí si que se la manchan con los costos de corte, tinte, base y demás mamadas que le hacen a sus pelos las señoritas...

Pa' la próxima (si tengo tiempo) me voy al Centro con los barberos de antaño... A ver si todavía queda alguno.

Escuchando: War; Vince Dicola

8 comentarios:

Tranquilita dijo...

N'hombre!!! Y eso que a tí no te a tocado una gorda que te golpee con su panzota mientras intenta cortarte el pelo!!

CEP dijo...

No sea lloron... aqui me cobran 15 dolares el corte de pelo mas pinche.

Jorgito dijo...

Ah no, con quince dólares esperaría que mínimo te invitaran a un café con galletitas... Caray, que afortunado soy.

[ [ [ Mosh ] ] ] dijo...

Huuun no llores por tu corte de 65 pesos...yo me lo corto por 60 cada 3 semanas :s pero en fin...es por ser "plaza" jajajaja plaza mis weeee...jajaja

G dijo...

qué nenas, el corte de una sale en 140 pesos :P

*hombres*

G dijo...

y digo, MINIMO

Jorgito dijo...

Definitivamente... Que bueno que no fui mujer.

FlOr dijo...

jajaja no es figurado el diho entre mujeres "la belleza cuesta!! jajaja