miércoles, 3 de octubre de 2007

De adicciones

Mira que hoy el mentadísimo Diario de Yucatán dedica en sus páginas no sé cuantos artículos a resaltar la adicción que los centros de vicio y fornicio mejor conocidos como "mini casinos" causan en los Yucatecos... Para enterarse mejor, lean aquí uno de esos... Y para una síntesis con alguna que otra mentada de madre al respecto, sigan leyendo por acá.

Me llama la atención que digan que hay gente que se revienta sus 2,000 bolas por sentada (digo, el Mosh cobra como 200 por que se lo sienten) pero pues, es muy el pedo de cada uno ¿no?.

Y la razón de mi defensa es por que yo cojeo de la misma patrulla: me gustan las apuestas. Ahora que hay temporada de la NFL ando más que pendiente para ver que jugador se lesionó, como andan las líneas para el próximo domingo, quienes visitan y quienes reciben y de alguna manera así obtener un "handicap" para poder tener cierta ventaja y conocimiento supremo para apostarle al ganador. Pero claro, todo tiene un límite. El mío son 10 dólares por domingo; Ahora, que si no puedo ir, pues ni pedo, tampoco me voy a poner a lamentarme y llorar y pensar que el mundo se va a acabar.

A donde si no voy pero ni de relajo, es a las chingadas maquinitas esas culeras hijas de su repanzaburra madre.

Simplemente no entiendo la diversión que la gente pueda ver en sentarse a esperar a que algo que no depende de ellos les reditue dinero. Claro, como si esperar a que un equipo le gane por más de seis puntos y medio a otro fuera diferente. Pero en el fondo es más emocionante, como que las mentadas de madre que le dices a la T.V. son más productivas que arranarte frente a un juguete electrónico esperando a ver a que hora te caen unos centavitos.

Y cada quien sus gustos; no es que lo critique ni que lo alabe, solo que a mi en lo particular no me gusta. Y si vas a ir y te vas a gastar tus miles de baros en juego, pues a la otra gente ¿que chingados le importa? Jueputa, si para eso los maridos de las señoronas ricas tienen gasolineras, tiendas departamentales, agencias de viajes, distribuidoras de automóbiles, y demás comercios en donde gente como tu y como yo gastamos nuestros pesitos para que ellos vayan y se sienten a gastarlos. Es muy su pedo como se lo gastan ¿no? Así como cuando tu te vas a re-mamar al Laurel de Tadeo o al Pride (hay pa' todos los gustos), así hay gente que tiene un re-chingo de dinero de sobra y que se va a gastárselo como mejor les plazca.

Claro, y no dudes que son de esas que se dan golpes de pecho en la Iglesia o que donan sus pesitos para alguna causa noble... Pero de ahí a decir que "La adicción al juego atrapa a los meridanos" mis huesos... Pinches envidiosos que en lugar de ponerse a investigar si hay una caverna debajo de la Plaza Grande y en cualquier momento nos carga la chingada, se ponen a criticar a las pobrecitas señoras ricas que van a divertirse mientras el marido anda con la amante...

Carajo; Tengo que empezar a ir a esos lugares...

Escuchando: Can't get enough of your love; Barry White

1 comentario:

« FherNando » dijo...

Bro', you're damn right
Es muy pedo de cada quien como se gasta su lana. Los hombres con putas, noviecitas interesadas, apuestas o con mayates. Las viejas con gigolos, "sobrinos", casinos o chocolates!

Por mi parte he podido ver como los casinos han atrapado a algunas de mis tias y a mi mamá :( pero una vez mas, es muy su pedo como gasten su lana!