jueves, 25 de octubre de 2007

Un wiro en las Grandes Ligas (Parte I)

Aquel día había empezado muy mal. Terriblemente de hecho pues aun tengo fresca la memoria de amanecer y dirigirme hacia "kissing the porcelain gods" como el buen Mr. Miller tan sabiamente había dicho a sus retoños mientras me escuchaba cantar la güácara después de aquella noche de farra extenuante de la cual ya les conté en otra ocasión.

También recuerdo con agrado los remedios medicinales de mi buen amigo que provocaron que acabara con los contenidos de su refrigerador en un ataque de munchies causado por las cannabinoides... Ah que rico fue aquello... Un festín de pizza, hershey's bites, Dr. Pepper, Cheetos, Tostitos y no se cuanta madre más pude digerir... Pero chinga... Eran las 6 y ya había que recuperar la compostura como para no parecer motorolo en el entonces llamado Bank One Ballpark.

Han de saber, que para aquellas fechas de Agosto de 2001, el calor en el Estado de Arizona es sencillamente insoportable. Lo bueno, es que ahí el más jodido tiene Aire Acondicionado en TODA, si... Toda su casa aunque no lo quieran creer. Imagínense que andan en pelotas en la sala de su casa sintiendo la brisa inferior pasar por sus partes nobles para mantener fría la cabeza... Pues así de chingón... Nada más me eché agua en la cara y me peiné lo mejor posible con las manos para a las 6:30 estar listo en cuanto aquel pasara por mi.

Nos subimos a su camioneta y la adrenalina producida por la emoción que me causaba estar rumbo a un partido de pelota de las Ligas Mayores me produjo todavía más hambre misma que sería saciada en un ratito como les voy a contar. Aquel me decía "it's not going to be cheap, I think we might even have to scalp some tickets" y a mi simplemente me valía madre, creo que andaba como con 200 dólares en la bolsa y me valió madres si costaba 50 o 100 el boleto... Yo quería entrar a la pelota.

Scalp, mis queridos y desubicados fanáticos, no significa que como indios piel rojas tuviéramos que despellejarle la cabeza (sin albur) a algún pobre fanático poseedor de dos boletos, sino que es el término usado en el gabacho para la multi-mentada y odiada reventa de boletos.

Pues si, ahí llegas tu al BOB dejando la troca estacionada no a menos de dos cuadras del estadio, hasta pasé cerquita del America West Arena donde juegan los Soles de en aquel entonces el buen Charles Barkley, cosa que hubiera sido chingón ver pero como no era temporada me la pelé. Ahí cuesta nada más y nada menos que 7.50 USD la hora el estacionamiento... Y aquí en Mochilandia nos quejamos por cinco putos pesos que vamos a pagar a las Américas... En fin... ¿en donde me quedé?.

Ahí van los ilusos a la taquilla solamente para encontrarnos con que el clerk únicamente tenía boletos arriba en casa de su puta madre para ver el juego entre el equipo de casa y unos ciertos Cachorros de una ciudad conocida como Chicago... Nada del otro mundo... Si no fuera por que uno de esos mismos equipos iba a ganar la Serie Mundial en un par de meses... Pero no, Jorgito quería aprovechar el viaje puesto que quien sabe cuando en su perra vida iba a tener la oportunidad de ver un juego de las Grandes Ligas por lo que procedieron a encontrar a la reventa.

Es bien chingón, nada de andar preguntando o buscando a un gordo panzón marrano que te quiera ensartar los boletos al doble o triple de su precio para jalársela de lo lindo, no!. Para nada... Únicamente tienes que irte caminando como a la zona del estacionamiento, poner un dos con tus dedos (o más bien como la señal de Fox) mientras mueves la mano graciosamente al caminar. Eso, según aquel, significa que andas en busca de dos boletos en reventa o que, inglesamente, "you want to scalp two tickets". Chingón... En cosa de dos o tres minutos un sujeto no mal vestido aparece por detrás de una camioneta, hace en su mano la misma señal y nos pide que lo sigamos hacia un lugar menos concurrido. La negociación es casi casi instantanea "I've got two tickets by the first base, 45 dollars each and are the last ones I have"... Aquel me dice "Are you sure you want to pay it? the other tickets were a lot cheaper" refiriéndose a los de hasta casita de la fregada... Pero no...

Aquí señores... Aquí en el Kukulkán me quejo hasta la madre de pagar 130 pesos por un boleto de playoff de los Leones... Pero allá... Allá... Cuarenta y cinco dólares... Si ese es el precio que tiene un sueño, que barato... Dame dos y de inmediato tuve en nuestras manos el objeto de papel cartón que más placer me ha causado en toda mi miserable y triste vida:

Como les digo a veces... Es muy bonito soñar pero mejor aún, perseguir tus sueños hasta alcanzarlos, y miren que me gusta mucho más ese hecho.

Continuará...

Escuchando: The remedy; Jason Mraz

3 comentarios:

[ [ [ Mosh ] ] ] dijo...

Huuuuun...me gustan tus historias de gabacholandia jejeje...nada mas que a mi me gusta la anecdota donde te ensarta un negrote y te osculta hasta lo mas recondito de tu ser jajajaja esa es mi preferida :P

Unknown dijo...

Eso mismo digo yo, perseguir tus sueños hasta alcanzarlos es lo más importante, no importa que se encuentren hasta casita de la chingada, o dicho de otra manera, la chingadera esa de alcanzar lo que se encuentre entre tus sueños, yo digo.

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Jorgito dijo...

Ay Moshito, a mi también me trae gratos recuerdos esa historia... Pero es que esa queda mejor para chow en vivo; En el próximo YucaBloggers la cuento ¿dale?.

Dk... Me cae que no te entendí ni madres... ¿Qué tiene que ver la chingada con los sueños? :P