El entremés

Conocí a Alessandro desde que comenzara a dejarme comments en alguno que otro post de los que de repente se suelen escribir por aquí y pues, el "caballero" quedó fascinado con mi ópera prima y que también le encantaba comentar en los posts de pelota de cuando fuimos campeones.

Que más les puedo decir... Soy encantador. Y así, a lo largo de los meses subsecuentes, aquel tremendo cangrejo amable lector se fue volviendo prácticamente un amigo, y pues, como todo tiene consecuencias, nos empezamos a "llevar" por vía cibernética y a chatear se ha dicho.

Cuando iba yo a saber, dentro de mi enorme inocencia que este aparente "galán de telenovela", "paladín de las corbatas" y "terror del Laurel de Tadeo" era nada más y nada menos puro cuento pues lo que realmente le gustaba eran los hombres sudoros y peludos (igualito que a otro cuate):

Y vamos, uno tiene que aceptar la diversidad de la gente... ¿a mi que me importa si prefiere el arroz con popote o si le gusta ser como el sapo de la canción de Chico Che?

Absolutamente nada... Así como se lo demostrara en otra ocasión que discutíamos creo acerca del mundial de fútbol gay:


No puedo dejar de lado, que el Alessandro es también una persona con buen paladar. Recuerdo con alegría que mientras me comentaba su gusto y presumía de que su tía hace un pozole de poca madre, no dejó pasar la oportunidad de decirme que disfruta de otro aderezo gourmet bastante sui géneris:


Pero lo que realmente me terminó de fascinar acerca de su marcado homosexualismo, fue su afición femenina por el Blogstar antes conocido como Huevo:


¿Qué más les puedo decir? Dicen que una imagen dice más que mil palabras, pero en este caso, las palabras que Aless (como le gusta que le digan) hablan por si solas:


Y caray... Como olvidar cuando supo que el Canibal estaría de visita... Poquito faltó para que se lo empacaran (donde mejor le cupiera) y se lo llevara con solo un moño pa' que le sirviese de sex toy a aquel:

Caray...

De las cosas que se entera uno en Internet.

Así que... La próxima vez que se encuentren con un "hombre" que presuma de sus miles y cientos de conquistas, tengan cuidado... No sea que se los quiera levantar a ustedes.

Escuchando: Esperaré; Armando Manzanero & Presuntos Implicados