lunes, 5 de diciembre de 2005

31 de Enero de 1988

No me acordaba de la fecha... ni que tuviera tan buena memoria...

Y menos tenía idea de que ya pasaron casi 18 años...

Si Rafa, me olvido de las cosas por la edad; o tal vez por tantas que tengo en la cabeza...

Recuerdo que en aquella tarde hice junto con mi padre una cola impresionante antes de entrar a la Plaza, y que ni siquiera poniéndome de puntillas podía ver hacia los corrales donde estaban los toros de reserva; el tenía que cargarme. Una espera impresionante, un sol fuerte, pero delicioso por que el de Noviembre por estos lares no te quema... sino te calienta. En el cartel 3 toreros del cual solo recuerdo el nombre del malogrado David Silvetti y toros... toros de Sinkeuel... ganadería orgullosamente Yucateca... reses bravas... no como la basura que nos mandan del resto del país.

Recuerdo estar sentado en los tendidos de Sol General... ahí justito arriba de la puerta de toriles donde con expectativa esperábamos ver el siguiente astado salir al ruedo. Poco entendía entonces de que estaba pasando... la gente aplaudía; los toreros recibían con capote a la bestia que embestía con nobleza siguiendo a su comando. Después salían unos sujetos montados a caballo... una pobre jaca que aguantaría una cornada del animal pero que no se lastimaría gracias al peto de henequén que les protege. Una serie de suertes con unos palitos adornados con papeles de colores que dejan al burel bien adornado para la suerte de muleta... para la muerte... Una serie de pases... otra... y otra más... y el toro no deja de ir... agacha la cabeza; humilla para los entendidos... va, sigue yendo y la gente cada vez crece en euforia más y más y se crea un remolino de chiflidos y pañuelos blancos... según me entero se pide el indulto... Lunero, el noble y fino toro de Sinkeuel, es tan bueno y tan noble que no merece morir, me explica mi papá... servirá como semental en espera de que sus hijos puedan heredar la bravura de su sangre.

David Silvetti, si... aquel que se suicidara hace no mucho tiempo... salía en hombros de la Plaza de Toros Mérida. Sale vitoreado por miles de personas que se le entregan y le agradecen la faena de esa tarde. Que es un gran torero se dice... y yo lo creo... no era mi primera tarde de toros... pero esa, del último día de Enero del 88 es la que más tengo grabada en la memoria. El Jorgito de 8 años entiende muy poco... no conoce de las suertes, de los nombres y de las tradiciones... y mucho menos sabe ni se imagina que las huellas de aquella y otras muchas tardes de domingo en su niñez, dejarán grabada una afición imperecedera en sus venas... la afición por la fiesta brava, por las corridas de toros.

El día de hoy... ya logro ver hacia los corrales sin necesidad de que me alce en brazos... ya no es el quien paga los boletos pues ahora yo le invito... y es creo a manera de agradecimiento por haberme enseñado un poquito a apreciar la fiesta... que si es arte o es crueldad este no es el foro para eso... a mi me gusta; es otra de mis pasiones y bien sé que cuando algo apasiona a Jorgito hace lo que tiene que hacer para que salga bien.

Status: por cierto... como quedó el América?
Escuchando: Llegaste a mi; Moenia (Hitslive)

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