lunes, 3 de abril de 2006

Memorias de la Mosha: Capítulo 4

Las aulas de Mamaesta

Nos tomó un chingo de tiempo llegar finalmente hasta Cacalchén; el auto de Mamaesta se ahogaba a cada rato y teníamos que bajarnos a darle por atrás… a mi me excitaba muchísimo la maniobra y cada vez que nos deteníamos me relamía los bigotes por lo que vendría. Finalmente, cuando casi amanecía y a poco tiempo de entrar al poblado doblamos intempestivamente a la derecha metiéndonos al monte… pensé que me iban a violar entre todos pero no tuve tanta suerte, había un sendero que nos llevaba hasta una casa oculta entre la salvaje vegetación del lugar.

El portón estaba disimulado con unas palmeras y fue excitante ver como se abrían de par en par dejando paso a la cosa más cercana al paraíso terrenal que había visto en mi corta pero muy perra vida. Hermosos jardines, árboles con frutas tropicales y fuentes con pájaros exóticos parados que me dejaron boquiabierto. Una vez que llegamos a la entrada, los sirivientes de Mamaesta nos bañaron, perjumaron y vistieron para después servirnos un delicioso plato de humeante y fresco Chocolomo de la feria del Domingo anterior en el pueblo.

Ninguno de nosotros recordaba cuando había sido la última vez que dormimos con tanta paz por tanto tiempo al estar fuera de las garras de Hatsumamá y tener la barriga tan llena. Belinda fue separada de nuestro peculiar grupo de refugiados a la mañana siguiente, pues con Mamaesta las mujeres recibían su educación sexual, carnal y lujuriosa separada de nosotros los de gustos "diferentes". Billy y Terry regresaron a sus puestos habituales de guardaespaldas por lo que dormían en otra parte de la casona mientras que a mi, Alex, me enviaron a los salones de clases donde finalmente recibiría la educación que había nacido para recibir.

“Nosotras las perras”, mencionó Mamaesta al presentarme para mi inducción por la tarde del día siguiente “nacimos para esta clase de vida, difícilmente cambiaremos comodidades por el placer de satisfacer a un hombre no importándonos si es en el asiento trasero de un coche o en el interior de un camión de pasajeros, en la puerta de alguna casa habitada o en el baño de un antro; nuestra misión es conseguir el orgasmo de nuestro cliente de cualquier manera posible”.

Aquel día aprendí tanto acerca de los conceptos básicos del comercio de mi cuerpo… por principio de cuentas, no solo era soltarlas por soltarlas… había que escoger a quien dárselas y con quien apretarse; así como aprender a quien cobrarle más o a quien dárselas fiado… el único problema es que mientras aprendes tienes que andar dando muestras gratis que no te producen más que placer pero que tristemente no dejan ni un cochino centavo.

“Necesitas un nombre artístico” me dijo mi sádica tutora al enterarse de que mi nombre de pila era Alex. “No vayas a pensar que aquellas que bailan en los tables fueron bautizadas así; esos nombres exóticos son solamente para que sean reconocidas en el ambiente”. No tuvimos que pensarle mucho para hallar este pinche sobrenombre que hasta el día de hoy no puedo olvidar. Me puso Mosh debido a que la noche cuando me había conocido tenía el pelo como si me hubiera puesto demasiado gel para peinarme… nunca supo que no era gel sino… bueno, digamos que me inspiré en la película “Loco por Mary” pues andaba probando nuevas opciones de cremas de belleza en mi cuerpo. “Te bautizo Mosha” dijo Mamaesta cuando de la nada me aporreó una botella de Bacardí Blanco en la parte derecha de mi cabeza… que por que así lo había hecho con todas las perras que había educado y ni hablar, me quedaría marcado con una cicatriz para toda la vida.

Ustedes van a pensar que practicar el oficio más viejo del mundo es únicamente abrir las piernas y entregar el cuerpo pero no, hay que aprender a abrirlas únicamente después de que nos hayan pagado por que si no los muy cabrones hombres solo nos utilizan y nos dejan desvestidas, alborotadas y enjariosadas. No podíamos dejar pasar las Matemáticas donde aprendíamos a para contar bien el cambio que teníamos que dar pues no por andar calientes fuéramos a pagar nosotros con tal de que nos complacieran; en mate aprendimos la teoría básica de que uno más una es igual a un chingo de placer y que dos entre una es todavía más rico. Igualmente tomábamos clases de Economía para entender el asunto de la oferta y la demanda: entre más te las demanden, más caro debes de cobrar y entre más te ofrezcas, más perra te volverás. Nos esforzábamos mucho en las clases de Física, por que teníamos que entender como controlar la verticalidad de… bueno; ustedes saben de que "asunto".

Odiaba faltar a mis encantadoras lecciones de Química donde se aprende que clase de cosméticos le convienen más a tu cutis así como los diferentes tipos de lubricantes, velas aromáticas y afrodisíacos conocidos. Nuestras sesiones de laboratorio eran algo así como las de Harry Potter nada más que a mí de repente me estallaba el caldero en el cu.. erpo por querer menearlo con el palo de una escoba. La Biología me intrigó; me sabía de memoria toda la teoría sobre el aparato reproductor masculino y ahí me entró la cosquillita por lograr que algún día me embarazara. Igualmente teníamos clases de Filosofía para ponernos a entender las pendejadas que nos dijeran los clientes borrachos al igual que sesiones extenuantes de Transferencia de Calor para aquellas frías noches de trabajo en habitaciones con el aire acondicionado encendido. En fin, ser una mujerzuela no es tarea fácil, tiene su chiste desvestirse y ponerse de 20 uñas o de 4 patas o como le quieran llamar. Es muy sencillo que nos llamen "perras", pero no saben el trabajo que cuesta.

Así pasaron muchos años y muchos maestros, muchas clases, muchas lecciones y afortunadamente mucha práctica con los clientes de Mamaesta quienes ya no sabían pedir a ninguna otra que no fuera yo. Mi cliente favorito era el Alcalde de Cacalchén, quien llegaba todos los Domingos por la tarde bien pedo montado en su caballo y con su texana de paja. Al inicio de su gestión tenía dos dientes de oro pero al final de su período con todo el billete que robó del erario público finalmente pudo hacerse una cirugía bucal y ponerse dentadura de porcelana. Y que bueno por que me flasheaba con las luces de neón de la habitación donde le daba servicio. “Me satisfaces como siempre… pero no estoy de acuerdo en lo que pago por ti” me dijo una de tantas noches al terminar conmigo… “tienes mucho potencial como para estarte desperdiciando en una casa de citas de pueblo” mencionó el Alcalde abrochándose el cinturón. “tu crees papi?” le contesté relamiéndome los bigotes... “ay lo he pensado muchas veces, pero aun no he ahorrado tanto dinero como para poder costearme mis estudios de falena profesional en otro lado; y como lo quieras ver, aquí he aprendido todas las cosas bonitas que te gusta que te haga” le dije mirándolo de abajo a arriba mientras lo calzaba en sus finas botas de piel de zorro. “El día que has necesitado algo, te lo he dado, a ti no te puedo negar nada” me dijó con ternura mientras me dejó pensando en sus palabras.

¿Y qué si me nacía un poquito de ambición? Digo, mi cuerpo no me iba a durar toda la vida y hasta ahora, no había hecho más que conocer a todo el pueblo de Cacalchén y poblaciones circunvecinas. Hasta el puerto de Tixkokob ya llegaba mi fama de meretriz por lo que camiones enteros llenos de mayates excursionistas llegaban hasta mi lecho en busca de comprobar por si mismos si apretaba tanto como se decía… claro, en aquel entonces si… pero había que sacarle todo el jugo que se pudiera… a mi físico, no a otra cosa mal pensados.

No tuvieron que decírmelo 2 veces; de inmediato dejé de ver películas porno en la televisión y le cambié a TV Azteca por que yo quería ser toda una estrella... como la de la Academia pero más wira. Pocos días después le comenté mi decisión a Mamaesta de superarme y ser todavía más perra que ella. La muy maldita ni se inmutó, me dijo que ya había recuperado todo lo que había invertido en mi y que hiciera lo que yo quisiera pues no le interesaba en lo más mínimo el futuro de este endeble cuerpecito. Me dijo que ya no me protegería y que saldría sola pero muy sola de la casa que me había dado tanto.

Salí llorando de su despacho y me dirigí a mi habitación; temblaba de emoción cuando guardaba mis cosas en la maleta y mientras Billy y Terry me recogían... la ropa que estaba tirada en el suelo. "A donde tu te va?" me preguntó Billy con una lagrimita por sus dulces ojos negros. "pues para empezar, me voy a tomar un interinato por 6 meses en el Safari, ahí aprenderé nuevas técnicas en unos seminarios que me recomendó un cliente, se llaman "Como mover las nalgas" y "Manejo escénico del tubo" y ya después no sé en donde acabaré". Los negritos me tomaron en sus brazos y abusaron de mi como despedida... no pude cobrarles pues ya habían sido muy buenos conmigo. "Después de eso, creo que tomaré una maestría o algún diplomado en el CNCI (Colegio Nacional de Cangrejos Indecisos)... me encanta esa filosofía que usan en su publicidad donde dicen que de ahí sales preparada para la putería del mundo actual, por que adquieres mucha experiencia vivencial que es de mucha utilidad en la cama de tus clientes".

Y me fuí, y salí a la deriva pues no quería desaprovechar ni un segundo mis nuevos aires de libertad; abusé de la amabilidad del Alcalde quien estaba borracho como siempre y le pedí que me prestara 20 pesos para mi combi Cacalchén-Mérida y me dirigí en busca de mi futuro, de un futuro donde sería todavía más perra...

No dejes de seguirle el hilo a la exhuberante Sapo-Novela Memorias de la Mosha. !No te pierdas el próximo lunes más acerca de su paulatina transformación en mujerzuela ni sus nuevas aventuras en la gran ciudad!

Status: Un saludo para la Mosha quien el sábado pidió que aclaráramos que no es gay... podrá ser bisexual, pero homo jamás...
Escuchando: Mírame; Belanova

1 comentario:

Anónimo dijo...

me encanto la historia, quisiera saber si es del todo verdadera, ademas de que me gustaria saber el nombre del mencionado alcalde, quisera publicar este post en mi blog de cacalchen previa autorizacion tuya, escribeme a salas1980@gmail.com, espero tu pronta respuesta