viernes, 26 de mayo de 2006

Mi doble vida

Y no; para decepción de la Rafaela que seguramente clama venganza a gritos desesperados, no voy a confesar que por las noches me pongo falda y maquillaje para venderme en la Itzaes, NO!... ese es otro personaje.

Me refiero a las dos vidas que me gusta mantener separadas para sanidad de mi mismo: la laboral y la personal.

Si eres lector desde hace algún tiempo, podrás notar que casi nunca o en rarisisisima ocasión he mencionado algo al respecto de lo que hago, deshago, digo o maldigo en mi trabajo. Es más fácil que de repente y en medio de alguna reunión diga alguna cosa referente a la chamba, pero solo a las gentes en las que más confío y tratando siempre de cambiar el tema.

Yo no entiendo como hay gente que después de ver 8 horas a la misma gente, insiste en hablar de lo que hizo en su trabajo en su casa, hamaca, gimnasio, café, té o lo que se le pegue la gana que haga con sus amistades de fuera; digo, get a life no?

Mi familia, mis amigos y la gente con la que convivo y de la que hablo al respecto en este pequeño espacio son mi vida de fuera; y la más importante tal vez por que trabajos vienen y van y compañeros vendrán e irán de la misma manera. Claro; sin trabajo de donde sacas para "socializar" con los cuates y para los regalitos de las hermanitas; pero de eso ya hemos hablado.

La vida personal es la vida personal y se queda fuera del trabajo pues no permito que una vez dentro alguien se entere de que hice o dejé de hacer el día en cuestión. Lo mismo pasa con el trabajo; odio que gente que no tiene nada más importante en que pensar viva de la "comidilla" de que hiciste o con quien saliste su modus vivendi o su razón de existir. Ilusos...

Mientras tanto y en lo que se me quita el sueño, me voy a dar vueltas como loquito a ver si logro capturar algún cuento de alguna mujer manejando o quien sabe; quizá y hoy le toque turno a algún lentejo...

Pensando: que noche la de anoche...
Escuchando: City of blinding lights; U2

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