miércoles, 11 de mayo de 2005

Lección de Vida (II)... pero de otro tipo

Mi tío José fue el único hermano de mi papá. Hoy día cuento con los dedos de las manos que ya son seis años desde que falleció... Imagínense, justo después del día de la Madre así que ya sabrán como se puso mi abuela... Pero esa es otra historia.

Vivió sus últimos años en una casa rentada en frente a la de todos ustedes. Él se fué al D.F. a vivir desde que tenía 12 o 13 años según me cuenta mi Abue e hizo su vida ahi. Trabajaba para Garlock, una empresa dedicada a algo relacionado con impresiones. Venía de visita cada año más o menos; manejaba un Rambler American impecablemente arreglada (pintura bicapa, interiores de lujo) y siempre tenía casettes con los últimos chistes de Polo Polo; y ahora que lo recuerdo, creo que de ahi el gusto por lo mismo. Recuerdo con alegría las reuniones familiares y los viajes al puerto con mi familia y la de el, así como con los primos hijos de su primer matrimonio pues tiempo después me enteré que había tenido amoríos con una de las secretarias de la empresa donde trabajaba y había tenido un hijo dos meses menor que yo; mi primo Oscar quien aun vive en el DF y es con el único con quien mantengo contacto. Hace 8 años recién jubilado vino a vivir a Mérida, con su buena lana de la jubilación, compró una casa y vino finalmente al delicioso clima de mi ciudad.

Puso un negocio de clutch y frenos más no funcionó. Luego trabajó con mi papá en aquel restaurant motivo de otro post también; más tampoco funcionó y eventualmente tuvo que vender aquella casa y su segunda esposa se regresó al DF.

Y se quedó aquí; viviendo día con día y al día, al máximo con todo lo que tuvo, comida y bebida nunca faltaron en su casa. Nunca voy a olvidar que fui yo quien lo encontró inconsciente una mañana de Domingo cuando fui a preguntarle si no se le ofrecía algo del super como era costumbre... Y no; Ya no quiso nada.

Aquel buen hombre me enseñó alguna que otra cosilla de la vida. Me enseño a disfrutarla, a gastar cuando hay, y a economizar cuando no; me enseñó que aunque hoy estés arriba mañana puedes estar abajo y va a estar bien; pero más importante, nunca olvidaré aquella ocasión cuando al calor de unos tragos que se había tomado (cosa rara) me dijo textualmente: "Si una cosa vas a aprender de mi, es esta: Nunca juegues 2 cartas. Mírame a mi hoy, solo y sin familia al final de mi vida".

No las he jugado hasta hoy, ni las pretendo jugar tampoco, el día que he decidido tener novia o tener una relación seria, ha sido y he sido solo para una persona... esa que a lo mejor hoy no conozco, que no espero conocer y que no sé si la conoceré... venga Ruquito (asi le decimos de cariño mi papá y yo), Salud hasta donde quiera que estés!! que no se me ha olvidado la lección.

Status: Chin... otra cosa en mi ojito...
Escuchando: My Way; Frank Sinatra

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