lunes, 13 de marzo de 2006

Memorias de la Mosha: Capítulo 1

Mis inicios

Hasta donde yo recuerdo, mi verdadero nombre es Alex. Creo que así fue me bautizaron y de hecho, así es como me llaman en la actualidad mis compañeros de trabajo... oh si ellos supieran todo los golpes que mi perra vida me ha dado entenderían por que estoy tan dado en la madre y con tanto dilema existencial. Mis memorias no pretenden crear lástima ni mucho menos crear alguna especie de consciencia para que la gente no aprenda a ser tan mala con nosotros los "de gustos distintos"; solo quiero contarles la cruda historia de mi incursión al mundo del degenere y la perdición en aras de que a ustedes no les pase lo mismo.

No puedo decir que tuve una niñez común y corriente como la de cualquier niño pues no puedo dejar de lado las carencias y los traumas que me llevaron a ser lo que hoy soy. Pero afortunadamente, nunca dejé de contar con el amor incondicional de mi madre... al menos hasta que nació mi hermanita y fui dejado a un lado por que le ponían más atención a ella que a mi. Dejaron de comprarme ropa y yo me veía obligado a usar los mismos trapos viejos o a ponerme alguno de sus vestiditos... cosa que después me serviría tantas veces.

Ojalá en la ropa se hubiera quedado todo, el último juguete que fue mio fue un muñeco de Chucky a quien después le llamaría Bitchy, el muñeco homofóbico por que ni siquiera me permitía jugar con el. Fue ahí cuando comencé a robarme las muñecas de mi hermanita, pero en lugar de conformarme con Barbie y Ken solía pasarme las horas de las horas inventando orgias entre Ken y los demás muñecos que solía encontrarme en los botes de basura de las casas vecinas. Tenía miedo de que un mal día pasara el camión recolector y me recogiera... bueno, que me depositara en el camión y me llevara al tiradero pero gracias a la divina providencia que siempre me ha ayudado, me salvó el hecho de que Pamplona no se lleva cualquier pendejada al basurero.

Y tampoco vayan a creer mucho de mis habilidades en la escuela, casi siempre me salía de clase con tal de jugar a las carreras con mis amiguitos; no sé por que pero siempre dejaba que me alcanzaran por atrás... que le puede uno hacer si ha nacido bajo el signo del cangrejo más que moverse y disfrutar de la vida. No tengo idea de cuando empezó la fascinación por andar metido entre los hombres en lugar de sentir preocupación por las niñas; claro, tiempo después me desenvolvería con tal naturaleza entre ellas que cualquiera con media botella de licor barato en su organismo me confundiría con cualquier mujer. Pero mis pedos con juguetes y mis amiguitos de la primaria son muy mios... lo que realmente les quiero contar es la cruda historia de como me volví una perra y no he dejado de serlo y muy probalemente jamás lo deje aunque hoy me esconda tras un mostrador de Telcel.

Aun llevo en la memoria aquella cruda noche de invierno... no era por que hubiera frío... sino por que me había puesto una de mis primeras borracheras y estaba que no podía ni con mi alma.

En mis múltiples recorridos por los botes de basura de la vecindad, me había hecho propietario de algunos otros muñequitos entre los cuales se encontraba un GI Joe a quien había enmaridado con Ken. Pero como aquella tarde me había puesto bien borracho, el pobrecito Joe había sufrido una desgracia por exceso de orgías con un hermoso especimen de He-Man... no sé si la tenía muy grande pero desafortunadamente el Ken que había sido de mi hermanita se había quedado sin machete. Me odié a mi mismo por ver llanto, dolor y sufrimiento en los ojos de aquel tierno juguete por lo que, aun cargando con mi cruz me dispuse a salir aquella vez a recorrer tambor a tambor las casas vecinas en busca de un nuevo querido para mi adorado muñeco Ken.

Uno tras otro fui recorriendo los tambos de deshechos y en mi peda creo que incluso me tomaba uno que otro chapuzón dentro de los mismos pues creía haber visto en el fondo una silueta curvilinea que solo resultaba ser una Barbie "carajo, pero si yo quiero un macho para mi muñeco!" gritaba decepcionado y cochambroso al regresar de nuevo al exterior. Y así, muy borracho y sin darme cuenta de las cosas, fui recorriendo casa tras casa, bote tras bote, decepción tras decepción, hasta que me encontré de pronto por alguna zona que me era desconocida "chinga, ya me alejé de la Canek... creo que estoy perdido, por donde carajo vine?" pregunté para mis adentros y entre la cuasi-cruda que me cargaba y el fétido olor a basura que despedían mis ropas, no tuve otro remedio que vomitarme en medio de aquella desconocida calle... que mal me sentía... que mal olía y que mal seguramente me veía... desconcertado, desabrido, desmadrado y desesperado por una cheva... no me juzguen que fui borracho desde temprana edad... aunque ahora ya no puedo beber gota de alcohol pero como ya verán, esa es parte del futuro de esta historia.

Me puse de pie y pretendí dar un par de pasos más no podía... estaba decepcionado pues la busqueda infructuosa de marido (para mi Ken) me había quitado todas las fuerzas... y así en mi fatal borrachera seguí caminando y caminando hasta que me topé con una visión a lo lejos...

Un Gran Marquis negro con los cristales polarizados esperaba paciéntemente en la esquina... tal vez habrá visto el pésimo estado en que me encontraba... y como crudo en busca de un vaso de agua helada me acerqué al vehículo pensando de nuevo hacia mi interior... "a lo mejor tiene hasta su frigobar lleno de cheeeeva el coche y me invitan a una". Me acerqué sigilosamente hacia el auto en cuestión haciendo eses y tambaleándome pues estaba tan débil que cualquiera pudo haber abusado de mi en aquel momento... Y así fue... de la nada pude observar como se abrieron las puertas traseras del vehículo dejando al descubierto a un par de guaruras negros como la noche y mamados... bien mamados... "vamo chico, tómalo tu de la pierna y vamo a empujalo en la cajuela" dijo Billy; el más grande de los dos a su hermano Terry "mira, mira, que quiere arranca 'a corré, que no se ecape!" y fue todo lo que alcancé a escuchar... acto seguido senti que un par de brazos duros como el acero me sujetaban mientras que otro asestó un golpe fuerte con una cachiporra en la parte posterior de mi cabeza... quiero pensar que fue con eso me pegó por que si fue con otra cosa, que rico...

No supe más de mi mismo por horas y horas... hasta que desperté en la suavidad de una alfombra de algo que parecía ser la cajuela sospecho que del Marquis... los hijueputas negros me habían atado de manos y pies y me habían dejado en el coche sepa la madre hasta que hora... solo sentí que hacía calor... hasta que me acordé que estaba crudo y sentí como se me partía la cabeza por la cantidad de alcohol, la guacareada y el madrazo que me habían pegado aquellos... Y por si fuera poco, la cajuela se abrió de golpe dejando pasar los inclementes rayos de luz del astro rey... pinche sol... no podía dolerme más la cabeza... "cógelo de lo pie y tu de la mano" le dijo Terry a Billy mientras agradecí que no quisieran cogerme por otro lado... por la cabeza digo, me dolía demasiado como para soportar que me sangolotearan y me ultrajaran vilmente... "tranquilo chico, tranquilo, que te vamo a lleva con el jefe, ya el sabrá que hace contigo" me consoló Billy mientras me quitaba la cinta de la boca... craso error pues me puse a gritar como vieja "auxilio, auxilio, que alguien me ayude!!!" hasta que otro golpazo puso fin a mi histeria femenina...

Cuando reaccioné de nuevo me encontré sentado en una silla amarrado a ella y sin poder decir palabra alguna pues me habían amordazado. "Vas a portarte bien? o de nuevo vamos a tener que golpearte para que no grites?" me dijo una voz tenebrosa; como de un hombre muy hombre que salía del fondo de la habitación... olía a cigarro... pero a cigarro de cangrejo, de esos Benson Mentolados que solo lo fuman las mujeres. Asentí con la cabeza y Billy me retiró la mordaza ante una orden del Jefe de quien solo podías ver la sombra... "necesito una cerveza" dije con voz entrecortada y rogué por un poco de líquido helado "que le traigan una por favor... 2 de una vez por que yo también quiero una" dijo el Jefe a Terry quien más rápido que de inmediato se fue en busca del elixir dorado. "Cual es tu nombre?" me preguntó con ternura "Alex... quien es usted?", "tengo muchos nombres, pero ninguno está a tu disposición... solamente debes saber que ahora me perteneces y que no tienes lugar a donde ir... puedes gritar, pero nadie te escuchará; puedes intentar huir, pero Terry y Billy están dispuestos a todo con tal de que no escapes... ahora eres mi esclavo... pero toma, bebe un poco de cerveza... entiendo que estás crudo y no tengo por que ser inhumano contigo". Me acercó la botella hasta mi rostro y fui feliz por un instante... la cheva estaba fría y tenía un sabor delicioso... me sentí limpio... tenía otra ropa... de mujer, pero tenía otra y olía bien... me di cuenta de que el malestar ya no era tan grande y que aquel hombre, aunque cruel, me estaba tratando si no bien, lo mejor que podía.

"Terry, comunícame con Hatsumamá" ordenó de inmediato y el negrote le pasó el teléfono celular después de marcarle... de esos que parecían un block por el tamaño que tenían... "buenos días Perra Asquerosa... te tengo un nuevo esclavo para que entrenes y pulas en la manera como a mi me gustan" dijo a la persona del otro lado de la bocina... quien ¿había sido llamada por su mamá? algo así pues todavía no estaba en mis cinco y no entendía bien que pedo... "te la voy a mandar, quiero que la eduques, quiero que le enseñes... y quiero que le saques jugo a lo que ya pagué por el... eso a ti te vale madre, tu eres mía y vas a hacer lo que yo te ordene... entendido Perra?; te la mando mañana, hoy no se siente muy bien... nos vemos... buen día" colgando de furiosa manera su celular y aventándoselo a Terry quien le dijo "taba emputaa la Mamá Jefe?"... "cree la muy maldita que voy a hacer lo que me diga... aquí el que manda soy yo! entendido? y donde empiece con sus actos de rebelión no me va a quedar de otra más que hablar con Mamaesta... por favor... quien se cree que es Hatsumamá para decirme que hacer? a mi, el Cacique de la prostitución?!".

Escuché atónito la furia del Jefe mientras Billy terminaba de darme mi cheva... después de apurar el resto de un solo trago, le pregunté con tono inocente "y que va a ser de mi, de mi familia? me deben de estar extrañando"; el Jefe se volteó hacia mi como recordando que estaba ante el y cambió su facción de ira por una de comprensión y empatía... "no te preocupes, tu familia ya fue recompansada por la poca falta que les haces... anoche antes de que te levantaramos del deplorable estado en que te encontrabas, mi chofer llevó a tu casa un maletín lleno de dinero diciendo que era en compensación por que te habíamos atropellado... tu madre no dijo nada y tomó feliz el dinero diciéndole a tu hermanita que le compraría una recámara llena de Barbies y Kens ahora que no estabas tu para robárselos". Se me partió el corazón y llené aquella oscura habitación con un grito desgarrador desde lo profundo de mi garganta... "nooooooooooooo!!!!!". "Tranquilo Alex, tranquilo; no llores ni te preocupes o te damos otro madrazo... vas a tener una vida mejor... mañana serás llevado ante la presencia de Hatsumamá, ella te va a cuidar y te enseñará a como ganarte la vida utilizando tu cuerpo... y tu serás mío algún día... solo mío...".

No se pierdan el próximo lunes la próxima entrega y el segundo Capítulo de su Sapo-Novela preferida Memorias de la Mosha.

Status: me dio un poquito de hueva... pero creo que quedó bien o no?
Escuchando: Hoy el aire huele a ti; Luis Miguel

4 comentarios:

[ [ [ Mosh ] ] ] dijo...

jajajajaja esta muy bueno el primer capitulo hun!!!! medio tenebroso pero divertido, lo bueno que es ficcion :S jajajajaja si no que seria de mi :s jajajajaa

Jorgito dijo...

Estén....

Ficción?

Hay muchas cosas de la vida real escondidas... o no? :S

Herbert González Barrera dijo...

sólo faltó que el ken, haya sido fetichista y se hubiera tirado a los transformers

Jorgito dijo...

Jajaja, no Herbert... por que entonces si hubiera estado muy fuerte :p