viernes, 24 de marzo de 2006

Domingo Salvaje (Parte 1)

El pasado Domingo había iniciado muy temprano; era día de lanzarnos a la aventura y dedicarnos a explorar y conocer las maravillas de nuestro hermoso Estado teniendo como objetivo principal los Cenotes. Como recordarás, asiduo lector de este humilde Blog, el año pasado tuvimos que posponer el viaje y dejarte en ascuas de alguna posible aventura pues era tal la emoción de nuestro ilustre promotor que éste acabó literalmente cagándose de la ansiedad provocada por tal evento. 8 meses después, el viaje pudo planearse de nueva cuenta y la organización ahora estuvo a cabo de su servilleta.

Pero honor a quien honor merece, tengo que dar crédito a que Mosh anduvo chinga y jode para hacer más larga la jornada por lo que acabamos con el cuento que ahora les voy a contar y que si no fuera por su insistencia, tal vez nomás hubieran pasado la mitad de los sucesos de la jornada.

La cita era a las 8 de la mañana en conocida taquería en frente al Parque de Beisbol Kukulkán y después de un tradicional desayuno Yucateco, conformado por Cochinita Pibil acompañada de una heladísima Coca-Cola, iniciamos nuestra travesía rumbo a 3 destinos pactados hacía apenas 12 horas: visitaríamos Mayapán, una de las ciudades más importantes de la Civilización Maya así como las Grutas de Tzabnah y los Cenotes en Cuzamá. Me voy a permitir partirles en 3 el cuento por que saben que así me gusta hacerle y si no les gusta pues ni modo, por que aquí el que escribe soy yo.

Y ahí estaban Jorgito, con su inseparable nevera llena de lo más esencial: agua, cerveza y mucho hielo; Herbert, afortunadamente sin infección estomacal; Flor, con su inseparable nuevo galán y Rafa, con su inseparable domadora. Los demás invitados al asunto (lease Erick, Quino y Mosh) habían sido víctimas de la magia del toloache y por x o y razones no harían el viaje con nosotros.

La primera parada fue Mayapán, como no me toca a mi la parte del relato culturoso-educativo sino el jodón-divertido, le tomé fotitos a los cartelones por si les interesa conocer algo más de la hermosa Cultura Maya.



Pero desafortunadamente, la primera parte del viaje tuvo mucho de educativa y poco de joditiva, pero de que estuvo interesante, lo estuvo. Lo primero que aprendimos fue que el choro ese de prohibir las ceremonias religiosas en las pirámides para el equinoccio era puro cuento, y para muestra un botón:



Esa gente ahí en el fondo de la foto, se encontraba en la parte más alta de la parte superior. Entre las múltiples pendejadas que gritaban decían que la Pirámide era una calculadora y que iban a levantar sepa la madre como carajos un bloque de granito y que si Dios y la Mosha eran uno solo... pérate, pérame... no pude evitar soltar media carcajada al escuchar la referencia casual a una de mis últimas ocurrencias. ¿Dijo Mosha Rafa? ¿¿Cómo que la Mosha?? No se la arranquen a mordidas entre ustedes mismos!... ¿que tiene que ver una perra con una ceremonia religiosa de orígenes Mayas?. Investigaré al respecto por que no me puedo quedar con la duda. Pero eso no para ahí... a cada ratito se podían escuchar unos berridos gritando "ooooooooooooooooom sac.... ooooooooooooom sac.... ooooooooooooooooooooom sac" y cuando frase de meditación, mantras o mamadas similares se les ocurriera... No sé si estarían fumando mota... pero no invitaron los cabrones...

Nos tuvimos que bajar por que no aguantábamos la risa. Por Dios! el cuerpo humano no se recarga de energía con la luz del Sol!. Pero bueno, cada loco con su cura y se respetan las mismas... He ahí una vista aérea de Mayapán para que se vea que nos subimos a la madre esa (con mucho miedo por que, al igual que el testículo, sufro de acrofobia... aunque no a un grado tan cabrón como la de aquel).


El Sol comenzaba a dejarnos sentir sus crueles rayos y el agua que llevábamos para refrescarnos se fué... bueno; de hecho como agua... Eran alrededor de las 10 de la mañana y teníamos que seguir nuestro camino. Nos esperaban las Grutas de Tzabnah en el vecino pueblo de Tecoh, no sabíamos que probablemente nos arrepentiríamos de haber ido y mucho menos que nos divertiríamos tanto...

Status: continuará...
Escuchando: Can't take my eyes off you; Damian Rice

4 comentarios:

FlOr dijo...

sabes después de todo, fue buena idea que no fuera mosh a mayapán que tal si los gringos lo atacan creyendo que era una deidad, que tal si le arrancaban la cabeza para ponersela al guerrero decapitado, que tal si se unia a la meditación y lograba la dichosa levitación y los marcianos venían por él. No sé hay que cuidar el patrimonio de Minu.

Jorgito dijo...

Recientes descubrimientos nos echan la luz al respecto de la Mosha... lea en el post posterior!

Herbert González Barrera dijo...

Yo creo que el cuerpo decapitado iba ser colocado en un falo para la posteridad, jaja. Para demostrar que es una perra.

Jorgito dijo...

Habrá que hacer una investigación sobre los diferentes ritos de adoración a la Mosha; yo creo que sentarlo en el falo y caerle a latigazos podría ser uno de ellos.