viernes, 17 de febrero de 2006

Jorgito's X-Files II: Sexo y Corrupción

Mosh se emocionó cuando leyó que me ocuparía en contar una X-File pues la primera le había impactado mucho. Y aunque ya les había dado opción de que la solicitaran, en aquel entonces no hubo quorum y tuvo que ser hoy, en honor de nuestra noble causa, que me dispongo a escribir la historia que ustedes eligieron. Vayámonos pues a la noche de un día, de algún tiempo de la vida de Jorgito donde aquel inocente e insulso infante no sabía absolutamente nada de la vida. Y vamos, no pretendo ser un gran hombre de mundo en este punto, es simplemente que ya hay años de por medio y muchas vivencias consecuencia de los mismos.

Todo mundo podría creer o saber que Cancún es el único lugar que cuenta con una zona Hotelera como tal; pero el día de hoy les puedo afirmar con sapienciaque la Ciudad Blanca también cuenta con una. No me refiero a la ubicada en Avenida Colón con Paseo de Montejo, no; aquellos que ya me captaron entenderán que me refiero a la ubicada en el cruce del ahora majestuoso Anillo Periférico y la Avenida Canek. ¿Alguien tiene una idea de como lograr que un puberto en su adolescencia conozca, y mucho menos, entienda de que existen lugares creados y diseñados específicamente para el hermoso acto sexual? Dicen que nadie nace sabiendo, y yo, amables lectores, fui uno de esos ignorantes.

Corría el año de quien sabe que, en el mes quien sabe cual, cuando Jorgito empezaba a salir de party y frecuentar los antros y a tener ciertas inquietudes de índole sexual como todo joven sano, común y corriente. Habré estado saliendo de alguna disco en compañía de alguna niña que no mencionaré por respeto cuando de pronto y como que sin quererlo, una cosa te lleva a la otra y ahí andábamos con el mercurio corporal a todo lo que daba. ¿Qué puede uno hacer sino decidirse por solucionar el asunto?. Es aquí donde entró mi entonces total desconocimiento de bunas costumbres. En una fracción de tiempo la calentura sumada a la ignorancia de la juventud me llevó a encontrar lo antes posible un lugar que a mi entender estuviera desolado para poder proceder con los menesteres en cuestión.

Inician los besos, las caricias se vuelven más íntimas, las ropas vuelan y el amor pulula dentro del coche ocasionando que los cristales del coche se empañen. Ella yace desnuda y espera que tu estés más cerca de su ser... no lo piensas dos veces... a eso fueron y ambos están decididos... no queda de otra, tu ropa también debe dejar el lugar que ocupa como propósito... tu camisa no estorba pero siempre he pensado que con ropa no es más que burdo sexo... el pantalón inicia su carrera hacia los muslos cuando de repente te topas con que tienes una luz de fondo... como si tuvieras un reflector que te ilumina desde el asiento del conductor... hasta te sientes Andrés García cuando de pronto la sangre asciende y reaccionas. Te das cuenta que no es un artículo de cine... sino la lámpara de mano de un elemento de la H. Secretaría de Protección y Vialidad (la policía, para que me entiendan).

Si alguien quiere insinuar que es más rápido desvestirse que volverse a vestir, déjenme decirles que al menos en esa ocasión, me vestí mucho más rápido de lo que puedes decir "buenas noches Oficial" con tu cara por los suelos y no teniendo la más mínima, remota y puta idea de que hacer ante semejante situación. El Oficial anota las placas del vehículo, te pide tu nombre y se lo das en lo que te acomodas la camisa dentro del pantalón mientras forcejeas con el cinturón; tiemblas cuando te pregunta el nombre de tu damisela y le dices uno inventado aunque años después ponderes si es que debiste de haber dado el real. Aun no sé por qué se hace la pregunta "que es lo que hacían?" cuando era obvio notar que jugar a las canicas no era la respuesta. Explicaciones sin sentido y veinte mil pretextos inundaron mis neuronas para tratar de explicar que no sabía que era lo que estaba haciendo. Procedería a llevarnos a la delegación, checar si la señorita era mayor de edad y contactar a sus padres. En la madre... nada de eso puede pasar por que si fuera así mis días de verla se acabaron... No tuve más que hacer más que pensar en las palabras mágicas que funcionan con casi cualquier hombre de la ley"Oficial... ayúdeme por favor, como nos arreglamos?".

Como todo buen policía, aquel buen hombre cojeaba de donde todos los policías corruptos lo hacen. "¿cuanto traes?" y ahí empezó el estira y afloja... en aquel entonces no tenía la capacidad de ser cínico como para lograr que me devolvieran la mordida y tuve que pagar el costoso derecho de piso. 200 pesos y un par botellas de licor que por alguna razón, que no me pregunten ahora pues ya la contaré algún día, residían en la cajuela del coche. Aquella cantidad suena irrisoria para tal mordida, pero hace más de 5 años fue para mi casi una semana de sueldo, pero no hubo de otra y hubo que hacerlo.

Gracias a Dios, el soborno fue sucifiente y nos dejó ir. El mercurio otrora alborotado casi estaba en su punto de congelación y mis testículos parecían haber sido reclutados por la NASA. Llevé a la dama en cuestión a su casa y proseguí a la mía. La vida siguió y la vida continúa hasta el día de hoy por que así tiene que ser. Y a lo mejor mucha gente vive cosas como yo, o tal vez no son tantas... y no les puedo mentir pues esa fue la realidad y este, es el fin de aquella historia.

Status: voy por unos panuchos a la Susana... alguien gusta?
Escuchando: Perdido en un barco; Maná (En Vivo)

2 comentarios:

FlOr dijo...

Bad, bad boy!!!!

Va en serio eso de la botaneada entons, mira que balconearte así, jajajaja.

Freddy Jorge te quieeeere!!!!

jajajaja, buena anecdota, pero sigo insistiendo en una de sangre!!!

FlOr dijo...

ya tengo foto