domingo, 16 de octubre de 2005

De Mecánica

Y como si hubiera sido el preámbulo de todo buen Domingo, a mi santo padre se le ocurrió darle una limpieza al radiador de su coche lo cual me parece perfecto, pero vaya, ¿no podrá encontrar otro lugar para hacerlo distinto a la ventana de mi cuarto?

Dentro de mis múltiples oficios desempeñados a lo largo de la vida, el hacer mecánica es uno de los más integrados a mi subconsciente. Desde que tuve uso de razón a mi papá le ha dado por arreglar sus coches por el mismo en vez de en un taller, y pues, como necesitaba chalán en algunas ocasiones, ahí se disponía a levantar a su pobre hijito toooodos los pinches Domingos en la mañana.

Y en lugar de ver a Chabelo como todo niño durante los últimos 37 años, tenía que aprender entre una llave alemana, una española, una matraca, unos dados, una llave allen, un alicate, unas pinzas de corte, y las de presión y la borracha... pero no, no era una vieja peda que estaba dentro de la caja de herramientas; sino una extensión para llaves de cubo que adopta varios ángulos para facilitar los trabajos más complejos.

Gracias a que mi papá tuvo a bien enseñarme más o menos un chingo de tejes y manejes referentes a la mecánica automotriz, hoy soy perfectamente capaz de darle un mantenimiento preventivo a casi cualquier tipo de coche, nada más no me meto con las balatas delanteras por que son un verdadero pedo. Del mismo modo, me ha servido para poder ayudar siempre a alguna damisela en apuros... pero vamos, de todos modos nada parece ser suficiente para satisfacerlas... que quieren, ¿qué les compre otro coche?

Por lo pronto, doy fin con la tontería de la mañana de hoy a mi rambling automotriz y dejo en santa paz a mis pobres coches, pero solo hasta que llegue el momento de contar más a detalle algunas de las aventuras que fueron mencionadas a lo largo de esta la Semana del Automóvil.

Status: Me sigo wacareando...
Escuchando: Give me something for the pain; Bon Jovi

No hay comentarios.: