Dejaré de postear acerca de lo que pasó en Cancún con Wilma. No dejará de dolerme por que en aquella ciudad he vivido momentos muy importantes de mi vida, pues la he conocido siendo niño, adolescente y lo que soy ahora que quien sabe como rayos lo podamos definir... recordaré pues...
He de haber conocido Cancún por primera vez cuando tenía 3 o 4 años o quizá menos... mis padrinos de bautizo vivían de ahi y mi papá acostumbraba llevarnos 2 veces al año por lo menos a pasear e ir al mar. Playa Tortugas, cerca del hotel Casa Maya, si no me equivoco, era donde solíamos remojarnos el tuch; un día de estos les pongo una foto en compañía de mis hermanitas hace uuuuun re-chingo de años. Mi padrino falleció hace casi 20 años, en un feo accidente de tránsito... el era conductor de un autobus de pasajeros así que, la imagen que tengo hoy de el es la de un sujeto altísimo y muy robusto. Yo que me quedo siempre con alguna enseñanza de todo y todos, aprendí 2 cosas de el: a comerme las verduras pues me amenazaba con inyectarmelas si nolo hacía, y a siempre comprar una pata de elefante de Bacardí Blanco para ahorrarse las vueltas a la licorería. Que curioso... desde entonces mi destino estuvo dirigido hacia la marca del Vampiro (historia de otros posts).
También tuve mis viajecillos como adolescente; una Tía vive ahí también desde hace varios años y eran comunes los viajes para Semana Santa a su casa. Un colgadero de hamacas en su sala para acomodar a todos los chamacos que estaban ávidos de ir a la playa a la mañana siguiente. Desde ese entonces me empezó a llamar la atención el desmadre de la Zona Hotelera, habré tenido 14 o 15 años cuando me atraía el All Star Café por la memorabilia deportiva y el Planet Hollywood por todos los miembros de la artisteada gringa. Pero eso no era suficiente, oh no! había que regresar cuando tuviera la edad suficiente para tomar los tragos.
Cancún como adulto se ha vuelto muy distinto. Ya hay los medios para entrar a aquellas discos que solías ver abarrotadas de niñas y gente que parecía estarse divirtiendo mucho. Ya son el Daddy Rock, Top Daddy y Daddy'O, aunque... nunca me ha gustado mucho la música ponchis ponchis así que prefiero el primero. Mi primo Cesar trabaja ahí; el es músico y cada vez que voy con el me quedo en su depa por que el es gente decente y no toma los tragos para nada, solo cuando trabaja. Es una experiencia muy distinta por que tienes ya la oportunidad de comprarte las cosas que antes nada más veías con ojitos pispiretos en los centros comerciales, y la mejor parte, acompañas un delicioso bronceado viendo mujeres hermosas en la playa sin separarte de una exquisita Negra Modelo que se vende en cualquier esquina y, gracias al Cielo, las 24 horas. Ya no tienes que andar preocupando a tu tía por que vas a llegar tarde... tarde dígase las 9 o 10 de la mañana aunque todo el santo día es una fiesta.
Y a ese Cancún anhelo regresar pronto, al de la fiesta, el desmadre y la parranda. Aún me queda cumplir una parte de mis anhelos caribeños... sueño con llegar a uno de esos hoteles de 5 estrellas ee la Zona Hotelera y ver que se siente, ya que siempre he llegado a casa de un familiar. Ahora en septiembre estuve a punto... pero caray, no hubo emoción por ir y ni hablar y que pena, tuve que dedicarme al desmadrito... a ese lugar donde no duermo ni madres y de donde regreso más cansado que descansado cada vez que voy... pero lo bailado y lo vivido, nadie me lo quita.
Status: ah... y resulta que no es alergia... es una pinche gripa horrible!!!
Escuchando: Pamela; Toto (though it should have the name changed)
Pamela, don't break this heart of mine
Just remember, it may not heal this time
Pamela, there is no second chance, for the one who leaves it all behind
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